miércoles, 21 de septiembre de 2011

Creatividad - Guía básica del cazador de ideas

Hace un par de semanas os prometí un artículo relacionado con el III Encierro en las Cumbres en el que participé, pero he estado bastante liado y he tardado más de la cuenta en escribirlo (es que es larguillo :P).

Antes que nada, me gustaría dedicar el artículo al discurso inspirador de Pablo Medina, mi profesor de guión en la Universidad Europea de Madrid, al gran creativo e incombustible Valentín Fernández-Tubau, también profesor de guión durante el III Encierro en las Cumbres, y a la vida misma, mi maestra suprema, y que me ha mostrado cosas que en ocasiones no he visto claramente hasta que Pablo o Valentín no me lo pusieron delante de los ojos. Así que no voy a dejar de nombrarles a lo largo de todo el artículo, porque me sabe mal que gran parte de lo que diga aquí no sea más que las conclusiones a las que he llegado gracias en gran parte a ellos.

Lo primero que voy a hacer es contaros qué es el Encierro en las Cumbres. Pues, como su nombre indica, es una concentración de guionistas en las Hoces del Duratón, dirigida por Valentín Fernández-Tubau y organizada por su pareja, Anuska Gil. A lo largo de la semana que duró el evento, bajo la batuta de nuestro "profe", combinamos actividades en contacto con la naturaleza (caminatas, bicicleta, piraguismo,  etc.) con el aprendizaje de una serie de pautas creativas para ayudarnos a dar forma a nuestro guión. En mi caso, y tras muchas deliberaciones entre todas mis ideas, finalmente elegí el guión de un corto sencillo: "12 frases de amor", que terminaré en cuanto esté un poco libre de mis obligaciones "videojueguiles". Pero ese será otro tema...

Así, nos juntamos más de una decena de creativos aprendiendo juntos, trabajando juntos y respirando juntos el aire del Duratón. Una experiencia maravillosa, con una gente fantástica, unos organizadores increíbles y un lugar mágico es todo lo que se necesita para que la creatividad eche horas extras.

Todo lo que voy a hablar de la creatividad a partir de ahora, va a ser una mezcla de lo que aprendí con Pablo Medina, con Valentín Fernández-Tubau y algo de mi propia cosecha.

Antes de que os creáis todo lo que os diga, aprovecho para preveniros de esos autores (en muchos casos no dudo que de gran prestigio), que predican sus métodos y estructuras como únicas e infalibes. Probablemente a ellos les funcionen, e incluso a vosotros en bastantes casos (o quizás en todos), pero no exisite ni uno sólo que le funcione siempre y a todo el mundo. Ayudaros de sus sugerencias y consejos, pero no os encorsetéis en ellos. En estructura de guión no he querido meterme en este artículo porque también tienen su miga, pero ya haré un artículo sobre ello.

¿Qué es la creatividad?

Arthur Koestler, psicólogo y escritor, decía que la creatividad "es la íntima unión entre ideas que previamente nada tenían nada que ver la una con la otra.", mientras que para el psicólogo Jerome Bruner, "es ese salto mágico e irracional que da la imaginación de un modo voluntario y que permite el nacimiento de ideas nuevas y originales".

Para mí la creatividad es el proceso mediante el cual descubrimos una serie de ideas que somos capaces de conectar entre sí.

En cualquier caso, la cosa va de ideas.


¿Qué es una idea?

Normalmente se define una "idea" como la representación mental de algo (que puede ser cualquier cosa).

A mí, en cambio, me parece bastante más ilustrativo para este caso la visión que tenía Platón de las ideas, como una parte de la realidad inmaterial, eterna, y ajena al cambio, en contraste con la otra parte de la realidad que  no es más que una copia material, corruptible, temporal y sensible del Mundo de las Ideas.

Para mí las ideas siempre están ahí, en todas partes: en ese rostro melancólico que se sienta frente a ti, en las bromas que tienes con tus amigos, en tus necesidades interiores, en cualquier cosa que pase a tu alrededor, etc. Sólo esperan ser captadas a través de lo material, que pueden ser nuestras experiencias y conocimientos o un estímulo externo. Por eso, las ideas pueden ir desde un mero calco de la realidad que podemos observar, hasta una interpretación subjetiva que creamos en nuestra mente, compuesta de esa mezcla de esencias que tienen las cosas.

Una web que explica bastante bien el concepto de idea (y que me sorprendió gratamente que también hablara del concepto platónico) es esta: http://definicion.de/idea/.



¿Cómo surgen las ideas?

Las ideas surgen, se descubren o se crean (según la visión personal que tengas de ellas) a partir de un proceso mental que es capaz de unir un estímulo externo a un conocimiento, una experiencia o una especulación hipotética (de pronto te preguntas ¿qué pasaría si...?). Valentín definía este proceso mental como un ejercicio de musculatura creativa, es decir, algo que se puede hacer crecer, igual que los músculos de nuestro cuerpo, para aumentar su rendimiento, y que trabaja mejor en unas circunstancias que en otras.

Ejercicio práctico 1: deja que la música escriba por ti
Pablo Medina, nos recomendó usar la música ambiental, y nos hizo un ejercicio que os recomiendo encarecidamente. Nos puso dos canciones de dos videojuegos, y nos hizo escribir lo primero que se nos viniera a la mente durante lo que durara la canción.

Antes de empezar a escucharlas, os recomiendo que dejéis vuestra mente en blanco y os relajéis. Es mejor utilizar un cuaderno en vez del ordenador. Colocadlo delante vuestra, poneos cómodos y respirad profundamente un par de veces delante de vuestra hoja en blanco. No penséis en qué vais a escribir, porque hasta que vuestras muñecas no empiecen a bailar al son de la música no lo sabréis.

Si no sabéis qué canción utilizar, os pongo dos enlaces a canciones de youtube que creo que pueden servir perfectamente para hacerlo:

Ace Combat 5 - The Unsung War (The Last Battle Soundtrack)




Viva Piñata: Trouble in Paradise - Bedtime Story



Observad de qué forma se os abre la mente en el momento en que la liberáis y dejáis que escriba lo que le dé la gana, y cómo influyen los cambios de ritmo en la imaginación.

La música nos ayuda a ejercitar la creatividad, pero no es la única forma de hacerlo. De hecho, tanto Pablo como Valentín advierten del peligro de convertir nuestra obra en un videoclip, como ocurre, por ejemplo (y descaradamente), en la secuencia de introducción del Final Fantasy X-2 (un juego que me gustaría creer que jamás existió). Os dejo el vídeo para que os sangren los ojos y los oídos como lo hicieron los míos cuando un amigo abrió aquél endemoniado DVD, lo introdujo en su Play Station 2 y... la encendió:


Para el que no lo sepa, los Final Fantasy son (o eran...) juegos de rol. Sí, de estos en los que tienes que ir dando espadazos y soltando magias a todo el que se te cruza mientras vives una historia épica en la que el destino del mundo entero está en tus manos. Pero bueno...voy a continuar antes de que empiece a llorar....

...

...

...

¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOO!!! ¡¡¡¡SQUARE!!! ¡¡¡¿¿POR QUÉ LO HICISTEEE??!!!

¡¡¡¡¡¡BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!

...

Eeeeeeehm... sigo (pirada de pinza después de llevar toda la tarde escribiendo, mientras estaba repasando el artículo después de haberlo colgado).

Recordad que la música debe ser vuestra herramienta creativa, y no la que conduzca el hilo de vuestra historia si no queréis que os pase lo que acabamos de ver.

Una vez hayáis conseguido borrar las anteriores imágenes de vuestra cabeza, podéis seguir leyendo.

Cada persona tiene sus propios momentos en los que es más propensa a tener ideas, pero Valentín nos hizo comprobar que algunos de ellos son comunes a la mayoría de la gente:

- En sueños.
- Al escuchar música.
- En la ducha.
- Al despertarse.
- Al acostarse.
- En el tren.
- Cuando sales de la rutina diaria.
- Etc.

Analizándolo podemos darnos cuenta de que la mayoría de estas situaciones se dan cuando estamos relajados. Esto es porque la mente tiene cinco estados que están definidos por distintas frecuencias de ondas cerebrales, y en unos está más receptiva que en otros:
  • Gamma: estado de alto rendimiento perceptual.
  • Beta: estado de alerta.
  • Alfa: estado de relajación (el mejor para el trabajo creativo).
  • Zeta: estado de ensoñación.
  • Delta: estado de sueño total.
De modo que, para ejercitar nuestra creatividad, tenemos que buscar la forma de sumergirnos en un estado Alfa.

La música es una forma genial de inspiración, porque además de ayudarnos a entrar en estado Alfa, actúa de estímulo externo imprimiéndonos emociones.

Sin embargo, lo que más nos va a ayudar a relajarnos es controlar técnicas de respiración que nos ayuden a liberarnos del estrés, ya que podemos practicarlas en cualquier circunstancia sin necesidad de tener un reproductor a mano. Además, si practicamos estas técnicas habitualmente llegará un momento en que las hagamos de forma inconsciente, y nos podamos sumergir en un estado de inspiración mucho más fácilmente.

Ejercicio práctico 2: Técnica de relajación
Este ejercicio es "made in me", así que si ya conocéis otras formas o preferís buscar técnicas de alguien que sepa, mucho mejor que seguir las instrucciones de este recién destetado. No obstante a mí me funciona bastante bien, y por lo que he escuchado, en general es parecido a lo que hacen "los que saben".
  1. Cerramos los ojos.
  2. Cogemos aire profundamente, lo retenemos y lo dejamos soltar lentamente.
  3. Tenemos que dejar nuestra mente en blanco. Como el ser humano tiene la manía de no poder dejar de pensar, vamos a hacerlo en algo que no nos produzca estrés. Agobiarse en tener que pensar en un campo verde y bonito a mí no me funciona, así que me centro en hacer la respiración como describo en el paso 2.
  4. Cuando controles tu respiración ve más allá, y chequea tu cuerpo. Busca las partes que tienes tensas, esos pequeños dolores que no sabías que tenías, y acomódate donde estés para que tu cuerpo esté lo más a gusto posible.
  5. Al principio notarás que estás hecho trizas (al menos yo siento eso) y que te duelen hasta las puntas de las uñas, así que empieza a imaginar que sólo con tu mente puedes aliviar tus músculos y curar tus achaques.
  6. No pienses en nada, mantén el pulso con tu cuerpo hasta que sientas que tu propia mente empiece a preocuparse de otra parte de ti más interior. Déjala, es momento de revisar tus pensamientos y eliminar las sensaciones negativas.
  7. Sigue trabajando sobre ti mismo, en un estado de profundo relax. Imagina que es un viaje hacia el interior de ti mismo, y disfruta de las imágenes que tu propio cerebro construirá para representarlo.

¿Cómo funciona el proceso creativo?

Para crear una historia (o una ambientación, un game-play, o lo que sea que estéis buscando crear), no basta con ser receptivo a cualquier idea. Eso está muy bien si escribís microrrelatos o cualquier otra cosa que no requiera cierta complejidad, pero si la mecánica es algo más que describir lo que sentís en ese instante necesitaréis tener una cierta organización.

Si buscáis en la Wikipedia, podréis disfrutar de un artículo genial en el que se muestran varios modelos del proceso creativo (además de otras cosas interesantes): http://es.wikipedia.org/wiki/Creatividad. Pero yo voy a contaros una pequeñísima adaptación de lo que nos comentó Valentín, porque es de esas cosas que sin saberlo ya hacía yo antes y me ha funcionado bastante bien.

1. Preparación:
A la hora de lograr que las ideas surjan a nuestro alrededor para formar la historia que queremos, tenemos que rodearnos de los estímulos externos necesarios. 

Vuestra mente necesita material para generar las ideas y establecer las conexiones, y tenéis que proporcionárselo. La mejor forma de hacerlo es leer e investigar. Introducirse en el mundo que pretendéis construir y en la mente de sus habitantes.

Si vuestra historia transcurre en una ciudad, visitadla, leed sobre ella, empapáos de la ciudad hasta que podáis imaginar a vuestros personajes en ella.

Si vais a inventaros un mundo mágico, buscad mitologías y leed historias fantásticas.

Si queréis crear un mundo de ciencia ficción, meteros de lleno con teorías científicas.

Si vuestro personaje tiene determinados problemas, informaos de cómo puede afectarle psicológicamente. 

Veréis cómo vuestro universo, que hasta ahora no era más que una descripción monocroma, empieza a tomar color y forma, y descubrís cosas sobre él que ni siquiera vosotros sabíais, aunque sea vuestro propio mundo inventado, y que aportará una nueva dimensión a vuestra historia.

Pero no sólo de ambientaciones vive una historia. De hecho, el elemento fundamental son los personajes. Tener nociones de psicología siempre viene genial, pero no es completamente imprescindible. Vivimos rodeados de personas de las que sabemos perfectamente cómo actuarían en distintas situaciones. Empezando por nosotros mismos.

Pablo siempre nos decía que todos los personajes siempre tienen algo de su autor. Si conseguís que una de vuestras creaciones os dé escalofríos, probablemente es porque os habéis reconocido en ella. Existen técnicas que pueden ayudarnos a sacar esa parte de nosotros que trata de esconderse de nuestro propio consciente. Investigarnos a nosotros mismos también forma parte del proceso creativo.

Una de ellas, y que nos mostró Laura López durante el Encierro, es el Seitai (http://www.seitai-cvp.com/), sobre el que os recomiendo que investiguéis (y si alguien os puede hacer una demostración como hizo Laura con nosotros, genial). Practicando estas técnicas, además de relajarnos, entraremos en un estado de auto-conocimiento que nos sorprenderá, desvelando algunas cosas de nosotros mismos, y nos ayudará a comprender mejor a nuestros protagonistas. Imagino que con otras técnicas como el Yoga, el Reiki o el Feng Shui se pueden obtener resultados parecidos.

Pero no quiero hablar hoy de los personajes, porque es un apartado que merece su propio artículo, así que enlazo esto con el siguiente apartado.

2. Concentración:
Como decía Valentín, debemos lograr la ausencia de tiempo. En esta parte encajaría bastante bien todo el proceso que expliqué antes de la búsqueda de ideas, así que no voy a repetirme demasiado en eso, y sí voy a daros algunos consejos de trabajo. En cualquier web de rendimiento seguro que encontráis más consejos y mucho más útiles:
  • Buscad un lugar en el que nadie pueda interrumpiros y, a ser posible, que vuestra mente no asocie con ideas estresantes (como el trabajo).
  • Si usáis ordenador desconectad Internet. Si lo necesitáis para buscar alguna cosa, utilizad un navegador distinto que no asociéis con páginas que puedan entreteneros.
  • Intentad que vuestro lugar de concentración esté ordenado. La mente se agobia si tenéis el escritorio hecho un asco (os lo digo por experiencia propia :P).
  • Si no conseguís concentraros, puede que algo falle en vuestro entorno. Como seguramente hayáis escogido vuestra habitación (no todo el mundo puede ir al campo a escribir, aunque lo ideal muchas veces es salir de casa), así que reordenadla, limpiad el polvo y convertidla en un sitio nuevo.
  • Muchas veces el cuerpo y la mente están en sintonía. Si os sentís embotados, puede que necesitéis hacer ejercicio. A mí me funciona (cuando lo hago :P). Si podéis hacerlo en contacto con la naturaleza, ya sería perfecto.
3. Gimnasia creativa
Valentín nos insistía en que la creatividad se ejercitaba. Quizás yo hubiera puesto este paso antes de la "Concentración", pero seamos realistas: al final las fases se entremezclan entre sí, las ideas se cruzan unas con otras, y nuestra mente no funciona a plazos, sino que a cada momento le apetece o necesita hacer cosas distintas. Este matiz, que ya nos señaló Valentín en el Encierro, es importantísimo. Hay mucha gente que trata de seguir una serie de reglas al pie de la letra, y muchas veces lo está haciendo a "contrapelo" de su propio cerebro consiguiendo precisamente el efecto contrario.

En cualquier caso, es cierto que hay algunos ejercicios que nos ayudarán mucho. Valentín nos habló del Brainstorming y los Mind Map, pero ambos merecen un artículo independiente, así que no voy a entretenerme y os dejo que los investiguéis por vuestra cuenta. 

Lo que sí me gustaría decir, a cuento de la tormenta de ideas, es que si algo aprendí en el III Encierro en las Cumbres es que el proceso creativo no tiene por qué ser un trabajo individual. De hecho, por lo general, a nivel profesional se trabaja en equipos creativos. Recordemos que somos cazadores de ideas, y al ser humano siempre se le ha dado mejor cazar en manada, así que intentad rodearos de otros creativos y trabajad juntos. Eso sí: debemos saber trabajar en equipo para no estorbarnos unos a otros y no terminar perjudicando la cacería.

Otros trucos pueden ser contarle tu historia a un amigo que quiera escucharla (sí, tiene que ser un amigo, porque hasta que no la tengáis terminada vais a dejarle la cabeza como un bombo con vuestras retahílas e incoherencias). Al escucharos a vosotros mismos, además, se os ocurrirán tramas en las que antes no habíais pensado y descubriréis que algunas de las situaciones planteadas suenan estúpidas. Si además de amigo es bueno, os hará preguntas incómodas, e incluso os dará su más sincera opinión.

4. Incubación
Una parte imprescindible de nuestra labor creativa es... dejar de crear.

Sí. Dejar nuestra historia en un cajón y olvidarnos de ella. Podemos apartarla sólo unos cuantos días, aunque Pablo iba mucho más allá. Para él era importantísimo estar un par de meses sin tocarla ni pensar en ella. Si hay algo en lo que coincidían Pablo y Valentín es que en la creatividad no hay dogmas, así que os dejo que sea vuestra propia mente la que os diga cuándo tenéis que apartaros de la historia y cuando estáis listos para retomarla.

A lo largo de ese tiempo, aunque no estemos trabajando conscientemente en ella, la semillita habrá quedado plantada en nuestro cerebro y empezará a echar raíces. No sólo eso, sino que, además, cuando la retomemos, seremos capaces de leer lo que ya hemos hecho con otros ojos, casi como si fuera la historia de otro, y descubriremos partes que no quedaron tan bien como creíamos y otras que estaban mejor de lo que esperábamos. No os preocupéis si tenéis que tirar la mitad de las cosas: la papelera de un buen creativo suele tener más hojas que su carpeta.

No obstante, yo os recomiendo que, a menos que se os ocurra algo mejor que lo que ya tenéis, en lugar de rehacerlo, simplemente lo marquéis para cambiarlo cuando tengáis algo mejor. Es imprescindible evitar que os bloqueéis en una escena. Si no os sale algo bueno meted de momento una "ñapa" (como diríamos los programadores) que cumpla con los objetivos dramáticos de la escena. Eso sí, acordaros de que en la versión final no quede ninguna ;).

5. Olfato de cazador
Esta es una guía para el cazador de ideas, así que puede que esta parte sea la más importante. Las ideas no sólo hay que tenerlas. Hay que atraparlas antes de que vuelvan al Mundo de las Ideas, dejando de nuevo un hueco en este efímero mundo material... Llevad SIEMPRE algo para apuntarlas.

Nunca sabéis dónde podéis encontrar ese resquicio de inspiración: en el trabajo, en el tren, dando un paseo, conversando con vuestros amigos, o incluso en un garito de juerga. En cualquier papelería podéis encontrar cuadernos que os caben en un bolsillo, y un bolígrafo nunca ocupa lugar. Si sois amantes de la tecnología y os las apañáis bien escribiendo con un smartphone, aseguraos de que siempre tenga cargada la batería.

El peor enemigo de la creatividad es la razón. Así que si tienes una idea, apúntala antes de dilucidar si es buena o mala. Recuerda que las ideas establecen conexiones entre ellas. Ideas que en un principio podían ser horribles, pueden convertirse en auténticas genialidades en compañía de su media naranja. Sin ir más lejos, pensad en Tombi: ¿un chaval con el pelo rosa que se enfrenta a cerdos diabólicos? Y si lo juegas, rápido te darás cuenta de que ese no es el único desvarío... y sin embargo es una auténtica obra de arte, porque han sabido conectar todos esos disparates con una gran creatividad. Pero recordad que antes tuvieron que apuntar cosas como "los malos son una panda de cerdos diabólicos" o "la gente se mete con el protagonista porque tiene el pelo rosa", que quizás con un poco de raciocinio hubieran descartado automáticamente.


Así que, como la excepción confirma la regla, este es el único dogma del creativo: APUNTA SIEMPRE TODO LO QUE SE TE OCURRA, y ya tendrás tiempo de apartar o trabajar las ideas más tranquilamente.

El cajón de sastre de un creativo está lleno de ideas incongruentes, así que procura tenerlas siempre ordenadas para poder acceder a ellas fácilmente, porque nunca sabes cuándo las vas a necesitar. Así que, cuando llegues a casa, ya sabes lo que te toca hacer: volcar todo lo que tienes del cuaderno al ordenador.


Seguro que me dejo algunas cosas importantes, pero la creatividad da para hablar muchísimo, y yo no soy más que un iniciado en el camino, así que sólo espero que os haya sido útil. Como siempre, os aconsejo que no os quedéis con lo que habéis leído aquí y que contrastéis opiniones y experiencias, y, por supuesto, que no dudéis en hacer cursos si os surge la oportunidad. No penséis que por leer el artículo de un newbie ya sabéis todo lo que tenéis que saber sobre creatividad, por muy tocho que sea. Ningún blog puede sustituir jamás unas clases, con un profesor y unos compañeros (y si es presencial mucho mejor, que las personas tenemos la piel y los labios porque estamos hechas para tratar con otras personas, no con la pantalla de una máquina).

Si queréis completarlo con comentarios o, sencillamente, dar vuestra opinión, creo que es un tema muy interesante en el que profundizar, y, si hay bastante material nuevo, lo mismo hago otro artículo que complemente a éste  (ya parezco un político, me paso el blog entero prometiendo artículos...). En cualquier caso, os dejo con una pequeña reflexión para que no os subáis a la parra y penséis que todo en el trabajo de un creativo es pensar y pensar:

Thomas Edison decía "Genius may be 99% sweat, and only 1% inspiration but before you can sweat, you need that spark of inspiration that only creative thinking can give you" (que viene a decir: "El genio es un 99% sudor y un 1% inspiración pero antes de poder sudar, necesitas esa chispa de inspiración que sólo el pensamiento creativo puede darte").


Daniel Parente, mi profesor de proyecto en el Máster de Diseño y Programación de Videojuegos y CEO de Enigma Software Productions (Legends of War o Alien Spidy, ¡ahí es na', aunque no haya inventado la bombilla!) aseguraba, ante una escandalizada clase, que una idea no tiene absolutamente ningún valor. Ideas hay muchas y muy buenas. El verdadero valor está en desarrollarlas.

Así que recordad que no basta con tener una historia "estupendísima": también hay que construirla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario